martes, 18 de marzo de 2008

Los españoles no llegan a fin de mes... ¡ni con créditos!

Leo en el diario ADN que la cifra de morosos de créditos se ha disparado mensualmente al 1%, una subida que no se producía desde 1994.

La subida del euribor, la inflación y el encarecimiento de los productos básicos es, en virtud de los expertos, el origen de esta morosidad. Muy en lo personal, sin quitar importancia a los factores indicados, considero que la culpa también recae en las entidades financieras que, con el objetivo de facilitar el máximo la concesión de créditos (sin papeleos, sin moverte de casa, sin cambiar de banco, en 24 horas), dan el dinero como quien reparte caramelos en la puerta del colegio.

Tampoco hay que olvidar los altos intereses que los clientes deben asumir por la solicitud de sus créditos rápidos y, que a veces, también pueden dificultar sus pagos o alargarlos una eternidad.

Sin embargo, la situación de alta morosidad con la que se han encontrado bancos y cajas de ahorro no es alarmante porque ya fue pronosticada cuando presentaron sus cuentas anuales de 2007 y además, según los expertos, no estamos ante una crisis financiera.

Bueno, faltaría más. No estamos en situación de crisis, pero tampoco debemos taparnos los ojos ante las noticias que surgen un día sí y otro también sobre el encarecimiento de las hipotecas, que han hecho que el Gobierno intervenga incluso con medidas como la rebaja fiscal de 400 euros o las ayudas para la ampliación gratuita de las hipotecas. Medidas más bien poco efectivas, pero a las que muchos se agarrarán para poder llegar a fin de mes.

Es cierto que, comparados estos datos con los índices de morosidad de los años 90, que alcanzaron el 8%, no estamos ante una situación crítica. Pero debe hacer reflexionar a las entidades bancarias,que actualmente acumulan 2.070 millones de euros en préstamos dudosos. De hecho, son las cajas de ahorro quienes sufren más el impago con un 1,032%, frente a los bancos, cuyo nivel de morosidad por créditos se situa en el 0,858% en enero.

Por otro lado, también debe hacer reflexionar a las familias que, a veces, se embarcan en proyectos más allá de su poder adquisitivo y no les queda otra opción que solicitar créditos rápidos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con usted. He conocido casos de gente que apenas podía llegar a fin de mes, eso sí tenían su cochazo, el movil de última generación y para subistir, acudían a créditos rápidos incluso para hacer la compra del supermercado