La mitad de los españoles ve normal el defraudar a Hacienda

La Agencia Tributaria del Gobierno de España debe estar un poco preocupada, y si no lo está, pues debería, porque la mitad de los españoles ve normal que se cometan fraudes a Hacienda.

Y es que no nada más es el hecho de que el 49% de los españoles considera que está bien que haya fraude contra los impuestos, según un estudio del Instituto de Estudio Fiscales, es además el hecho de que los técnicos de Hacienda advierten que el fraude, en efecto, asciende a 240.000 millones de euros.

Parece que la picaresca española ha retomado fuerza en los últimos años, y es que hasta hace 10 años, apenas el 28% justificaba el fraude a la agencia tributaria.

La diferencia también ahora radica en las razones por las cuales justifican el fraude.

Antes, los españoles lo justificaban por la falta de honradez de los políticos o porque consideraban que los impuestos no se reflejaban en los servicios.

Sin embargo, ahora los españoles dicen que es por causas económicas, es decir, por necesidad.

La situación debe estar entonces realmente mal, porque usualmente toma muchos años para cambiar la ideología de una sociedad.

Encima, no solamente ha aumentado el número de españoles que quiere defraudar a Hacienda, sino también el número de personas que considera que el cumplimiento fiscal ha empeorado.

Esta concepción es un arma de dos filos, si un español considera que el incumplimiento ha aumentado, se desanima y por supuesto se pregunta "¿por qué habré de pagar yo, si muchos no lo hacen?", y esto es muy peligroso, pues se puede convertir en un círculo vicioso que a Hacienda le vendría bastante mal, más ahora que de por sí y a tienen problemas con la recaudación.

Y es que cuando una sociedad se sume en la desesperación económica, los ciudadanos tienen que ingeniar cualquier cosa para hacer rendir sus ingresos.

No se puede culpar a quienes justifican el fraude ante las necesidades económicas que existen ahora, pero también es cierto que la subida del fraude a Hacienda puede sumir a la economía española más de lo que ya está.