El ritmo de crecimiento de la construcción de viviendas en España durante el boom fue totalmente desorbitado, quedando totalmente despoblados grandes parajes urbanísticos y ciudades construidas de la nada.
Es normal, por tanto, que este ritmo se haya visto frenado y que haya descendido hasta un 21,5% más que el año pasado, donde ya comenzó a bajar.
A su vez, las inmobiliarias se han encontrado con la obligación de vender un bien con una demanda desplomada, y los precios han descendido, aunque parece ser que no tanto como se esperaba, como a muchos le hubiera gustado y como debería haber bajado realmente.
Mientras estas caídas se moderan, algo incomprensible cuando siguen estando infladas, ya se acumula un 14,8% de descenso desde diciembre de 2007 hasta hoy en día, antojándose por lo tanto poco el descenso de los precios producido.
Esta bajada de precio es menor a la real pues las numerosas promociones que incluso te regalan el coche no se cuentan como una bajada del precio, algo que debemos tener en cuenta, pero sin dejar de leer lo importante, que el precio de la vivienda no ha bajado lo suficiente ni siquiera se acerca a ello.
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