Es algo que siempre he dicho: hablando se entiende la gente. Y hablando con los directores o subdirectores de las distintas sucursales bancarias de nuestro país se entenderá también nuestro bolsillo con el suyo.
Es importante saber que podemos perfectamente negociar un contrato bancario como es el caso de un depósito, una cuenta, un préstamo o una hipoteca. Normalmente es este último en el que la costumbre está más extendida, pero hay que resaltar que no es en lo único en lo que podemos ahorrar.
En el caso de la hipoteca, uno de los aspectos que me parece fundamental negociar es el tema de las comisiones y de la cláusula suelo, porque negociar un 0,10 puntos en un tipo de interés nos puede ahorrar dinero pero nos ahorrará mucho más que nos bajen en un porcentaje superior las comisiones o que no nos apliquen la cláusula suelo, porque con la cantidad de años que estaremos pagando una hipoteca raro será que los tipos no fluctúen en un abanico bastante amplio.
También es de vital importancia negociar las comisiones que nos aplicarán en una cuenta. Debemos intentar por todos los medios que estas comisiones sean CERO, y lo pongo así en mayúsculas porque no parece lógico que nos cobren porque les impongamos allí nuestro dinero, sería más lógico pensar que fuera al contrario. Y esto lo digo sobre todo porque hay muchas alternativas en las que estarán encantados de que nos vayamos para allí sin cobrarnos un duro.
Igual con cualquier otro contrato como un préstamo o un depósito, conseguir mejorarlo es algo que está en nuestra mano, y en la suya.
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