Puede parecer obvio pero a mí me resulta interesante. Recuerdo hace unos años que cuando le comentaba a mis amistades y familia la importancia de ahorrar y de llevar cierto orden en las finanzas de uno, me miraban con extrañeza y prácticamente tildándome de tacaño.
Entonces eran otros tiempos, la burbuja inmobiliaria estaba en plena ebullición y si no estrenabas coche cada X años ya no estabas al día. Por eso es importante el cambio de mentalidad producido, aunque se haya llevado a cabo después de un revés bastante fuerte.
Según el BBVA, siete de cada diez españoles prefieren ahorrar en lugar de gastar. Si vemos la cara B de esto, el 30% de los españoles, a pesar de todo, prefiere seguir gastando en lugar de ahorrar.
Los imprevistos económicos nos pueden surgir en cualquier momento. Nunca sabemos cuándo nos puede llegar una enfermedad, Dios no lo quiera para nadie, o a algún familiar del que dependamos económicamente. Tampoco sabemos cuándo nuestra empresa se puede ir al garete o que simplemente nos pongan de patitas en la calle por el motivo que sea.
Si vivimos al día y ocurriera algo de esto, tener cierta solvencia económica para poder superar estos imprevistos baches es de vital importancia.
Recuerdo un profesor de mi Universidad que nos intentaba explicar día tras día lo fácil que es acabar en la calle. Un día te vas a dormir con todo y te levantas con nada.
Es cierto que esto quizá sea un poco drástico, pero el mensaje que quiero transmitir es claro: ahorrar es una buena filosofía de vida y “económica”.
Por último quisiera recordar la semántica de “economía”, tenerlo presente es importante:
economía.
1. f. Administración eficaz y razonable de los bienes.
2. […]
3. f. Ciencia que estudia los métodos más eficaces para satisfacer las necesidades humanas materiales, mediante el empleo de bienes escasos.
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