Era algo que no nos esperábamos: que el BCE haya disminuido en un cuarto de punto los tipos de interés que rigen en la eurozona hasta situarlos en un 1,25%, para seguir reactivando la débil economía europea.
Una bajada de tipos de interés tiene como principal efecto el abaratamiento del crédito, y por ende un abaratamiento también de la financiación bancaria e interbancaria.
Lo que ocurre es que confundimos “abaratamiento del crédito” con “mayor facilidad de crédito” y mayor número de concesiones de préstamos, esto es, con un mayor acceso al crédito por parte de la población.
Esto no es así y tenemos que saberlo, los préstamos podrán ser todo lo baratos que quieran y los tipos de interés podrán estar lo más bajo que estén, pero si no nos quieren dar préstamos, no nos los darán.
Y que nadie se equivoque, la banca seguirá su aumento en los tipos de interés de los préstamos al consumo como vimos y con el encarecimiento progresivo de las hipotecas. Ellos quieren ganar más y asumir pocos riesgos. ¿Es un banco el negocio privado que menos riesgo tiene? ¿Cuántos bancos han caído en España? ¿Ninguno, verdad? ¿Y cuántas empresas han cerrado sus puertas?
Sólo los bolsillos de los hipotecados, de aquí a dos o tres meses, verán cómo se alivian un poco. Los ahorradores se verán, de nuevo, perjudicados.
Los que menos culpa tienen al final son los que más palos se llevan.
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