Ya hemos hablado aquí de lo importante que es que en nuestra cuenta corriente no nos cobren ningún tipo de comisiones, sobre todo por la existencia de numerosas alternativas que no aplican ningún tipo de comisión por mantenimiento.
Pero aún más importante es evitar comisiones que parecen del pasado, que no se entienden en muchos casos viniendo de grandes bancos o de grandes cajas y que son totalmente prescindibles.
Me refiero, por ejemplo, a las comisiones por correspondencia. Estas comisiones las siguen aplicando numerosas entidades bajo el precepto de que nosotros, clientes, “las podemos evitar”.
Es cierto que en muchos casos podemos utilizar la correspondencia electrónica para recibir el correo pero en numerosas ocasiones no funciona tan bien como sería deseable o que, simplemente, requerimos que determinados papeles figuren bajo un papel “oficial” del banco.
Es por esto por lo que, que te cobren 32 céntimos por enviarte X cartas al mes o que incluso varíen dependiendo de las cartas me parece un abuso, máxime cuando, a la par, en muchos casos te están cobrando por el mantenimiento de la cuenta.
Huir de este tipo de prácticas bancarias podrá hacer que al menos podamos ahorrar para una buena cena al año.
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