No esperaba que el ajuste de los tipos de interés que todas las entidades están ofreciendo para sus productos de crédito (principalmente hipotecas) fuera tan rápido pero sólo tenemos que mirar a los productos de nuestro banco o caja de toda la vida para darnos cuenta de esto.
Los diferenciales de las hipotecas se están disparando, las hipotecas para subrogación están desapareciendo, se están incrementando los tipos de interés fijos de las mismas así como los tipos de interés nominales de los préstamos.
Lo mismo está sucediendo con las comisiones de los préstamos de todo tipo (hipotecario o no) así como con el endurecimiento de las condiciones de financiación y los requisitos necesarios para adquirirla.
Pero todo esto tiene sentido, ya que la guerra del pasivo, la reducción del margen bancario así como la necesidad imperiosa por parte de bancos de no empeorar sus cifras de negocios – ya no hablamos de pérdidas que eso sería una “tragedia”-hace que se opte por el encarecimiento de los préstamos bancarios.
Pero claro, no le vamos a hacer plantearle a un banco la idea de que su volumen se vea disminuido aunque sólo sea por un instante, eso no lo concibe nadie… ni en crisis.
Por motivos como este vemos como Bankinter sube el tipo de interés inicial de de sus hipotecas en casi medio punto, cómo Banco Popular deja de ofrecer su Préstamo Preferente a la vez que incrementa el tipo de interés de su Hipoteca Premium… etc.
Y sin temor a equivocarme diré que nos esperan bastantes más cambios.
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