Como os dije unos posts atrás, vamos a seguir analizando la diversificación como método para disminuir riesgos y mantener rentabilidad en el medio-largo plazo. Hoy nos vamos a centrar en diversificación de mercados.
La gama de productos en la que podemos invertir es amplia. Desde productos de renta fija (depósitos y bonos), hasta productos de renta variable (acciones y warrants). Éstos últimos conllevan un mayor riesgo, generalmente muy alto. De menos a mayor riesgo, estos productos pueden ser:
- Cuentas Bancarias o cuentas de mercado (money markets) donde tener nuestro dinero “para un día lluvioso” como dirían por ahí.
- Depósitos y bonos. El riesgo de éstos últimos es que al ser a muy largo plazo en ocasiones y de una rentabilidad moderada, la inflación puede anular su rentabilidad (bonos y obligaciones del Estado).
- Depósitos mixtos. Muy de moda actualmente. Se trata de una inversión dividida en dos partes, una remunerada a un tipo fijo, y otra a un tipo variable con la incursión de esta en otros mercados (normalmente bursátiles). Se suele garantizar el capital invertido por parte de las entidades, con lo que el riesgo para esta parte variable puede ser la pérdida de poder adquisitivo por la inflación. Aquí, como siempre, a mayor diversificación de los mismos, menor riesgo (dividimos en renta fija por un lado; y variable en bonos, acciones, etc..)
- Acciones de empresas. Su riesgo es alto (muy alto si no estamos nada familiarizados con los valores bursátiles). A mayor fuerza y capitalización de la empresa, sus acciones suelen fluctuar menos que las demás, pero la crisis en la que estamos inmersos nos ha hecho ver que incluso los más grandes se ven afectados como los que más. No obstante, invertir en las grandes (Telefónica, Santander…) suele generar un riesgo menor (también rentabilidades más moderadas en ocasiones). El sector de las energías renovables en España está en auge y puede seguir durante los próximos años: invertir en estos valores puede ser interesante.
-Warrants y Futuros. Complicado para pequeños inversores. Se trata de un instrumento financiero derivado de las acciones que da al comprador el derecho a comprar esa acción (no obligación) y a la otra parte la obligación de llevarla a cabo. La ganancia o negocio de éstos está en las primas de los warrants.
Estos son sólo algunos de la inmensidad de productos que el mercado está dispuestos a ofrecernos. Lo importante al empezar, hacerlo con cautela, nunca sabemos qué nos podemos encontrar detrás.
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