El IPC cerró el mes de junio con una subida del 3,1% respecto al mismo mes del año anterior, lo que supone una décima menos que el pasado mes de mayo de 2011 en tasa interanual.
Este dato es positivo sin duda alguna, pues nos asustamos mucho cuando allá por el mes de abril de 2011 la inflación se situó en España en el 3,8% en plena crisis.
No podemos echarle la culpa sólo al precio del petróleo porque ahora ha vuelto a subir y efectivamente está disminuyendo al IPC, simplemente España tiene un diferencial sobre la media de la zona euro en torno a un punto porcentual en cuanto a su inflación, entre otros motivos que hacen que el IPC siempre esté por encima de la zona euro.
Bien, dejando esto a un lado, remarcar que es importante invertir en un depósito bancario que al menos nos vaya a cubrir la inflación actual, sobre todo si es un depósito a corto plazo.
Invertir en la actualidad a un depósito a una rentabilidad inferior al 3,1% sería perder poder adquisitivo sí o sí (sin descontar el efecto fiscal que entonces estaríamos en una situación aún más desfavorable).
El mensaje que quiero transmitir es que invertir en un depósito bancario para perder poder adquisitivo es algo que, bajo ningún concepto, hay que hacer.
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