La Reunificación de Deudas consiste fundamentalmente en agrupar el préstamo del coche, las deudas de las tarjetas de crédito, y todos esos pequeños préstamos que hemos pedido para poder salir adelante en un único préstamo; habitualmente de tipo hipotecario.
Pero ¿Es la mejor manera de evitar problemas financieros una reunificación de deudas?
Pues sí y no. Sí porque si nos vemos imposibilitados a pagar nuestras obligaciones financieras por el elevado importe que nos suponen mensualmente, es la mejor forma de reducir la cuota en más de la mitad y poder así respirar un poco y evitar males mayores.
Pero tenemos que saber que una reunificación de deudas se lleva a cabo fundamentalmente elevando el plazo del préstamo, para que con un mismo importe que debemos la cuota nos salga más baja. Esto conlleva, lógicamente, una mayor carga financiera, es decir, una mayor carga de intereses. Con lo que reunificar está bien para casos en los que verdaderamente se necesitan y no si podemos salvarlo, puesto que si nos queda tan sólo un año para pagar el coche y podemos hacerlo, la mejor opción será sin duda, pagar el primer préstamo.
¿Y cómo podemos hacer también una reunificación de deudas?
En la actualidad la mejor forma de llevar a cabo una reunificación de deudas es una novación de la hipoteca en la que se aumenta el importe de la misma. Antes, al aumentar exponencialmente el precio de la vivienda, se hacía incluso sin necesidad de haber amortizado a penas nada. Ahora deberemos estar al final de la vida de nuestro préstamo hipotecario para poder volver a empezar.
Es el equivalente a rehipotecar la vivienda, en el caso de no estar hipotecada en la actualidad y haber terminado el pago de la anterior hipoteca.
¡Cuidad los tipos de interés! Un diferencial sobre el Euribor superior al 2-3% para un préstamo hipotecario es un auténtico disparate y tendremos que pagar decenas de miles de euros más en intereses.
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