Ha sido la noticia de la mañana: Banco Santander acaba de anunciar la intención de adquirir el 100% del grupo Banesto, una entidad de la que ya tenían prácticamente el 90% en posesión y que significará, más que probablemente, la desaparición de la marca Banesto con más de un siglo de historia.
Pero nosotros tenemos que hacer dos lecturas. La primera, como ciudadanos. Esta nueva reestructuración de la banca se traduce en una palabra: más paro. Se calcula que unas 700 oficinas de Banesto y Banif cerrarán. Lamentablemente sus trabajadores no podrán ser recolocados dentro del Santander puesto que las duplicidades son evidentes.
La segunda lectura la tenemos que hacer como ahorradores y clientes, y tenemos que preguntarnos, en esencia, qué es lo que pasará con iBanesto, la única entidad que mantiene una cuenta de alta remuneración al 4% y depósitos bancarios con total disponibilidad al mismo tipo de interés. Hay que recordar que, además, tiene la mejor tarjeta de crédito del mercado que ahora han copado de ventajas, y una buena hipoteca.
Si desaparece perderemos buenos depósitos, pero también buenas tarjetas y buenos préstamos. Sería, sin duda alguna, lo peor que podría ocurrir de cara a nosotros, ahorradores y clientes de a pie.
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