Con el Euribor en mínimos históricos, tenemos que hacer hincapié en conseguir una hipoteca con un diferencial bajo. Lamentablemente, a día de hoy, es muy díficil conseguir una hipoteca con un diferencial inferior a 2 puntos porcentuales, y más aún con escasa vinculación.
Lo que han hecho los bancos es aumentar los diferenciales para compensar un Euribor al 0,50%, de modo que consiguen que se cobre el mismo tipo de interés que hace unos años con el Euribor al 2%. El problema para el cliente es que estos diferenciales le acompañarán durante toda la vida de la hipoteca, que normalmente será elevada. Es de suponer que en este periodo el Euribor suba, y que nos encontremos, por tanto, con un interés muy alto a pagar en algún momento de la vida de nuestra hipoteca.
Igualmente, tenemos que ser conscientes de que no conviene vincularnos excesivamente para lograr un diferencial barato (que como mucho puede bajar al 1,70% aproximadamente). No podemos contratar un plan de pensiones para bajar el diferencial, ni tampoco tener dos tarjetas de crédito con gasto mínimi mensual o anual para ahorrarnos unos decimales en el tipo de interés.
Lo ideal sería, si nos vamos a hipotecar en estos años, ahorrar todo lo posible para dar la máxima entrada que podamos, de manera que nos ahorremos los intereses cuando el Euribor suba y tengamos un diferencial alto.
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