Con el Euribor por los suelos y la feroz competencia que estamos viviendo sobre todo entre las cajas de ahorros de este país, las entidades de crédito se han sacado de la manga otros productos con los que encarecer, de manera encubierta, los productos hipotecarios que sacan a la luz.
Las obviedades no por serlas hay que obviarlas, pienso que es importante remarcarlo. Es por esto por lo que deberemos, siempre que vayamos a hipotecar nuestra vivienda, añadir los distintos costes de los productos asociados o vinculados, como aquí me habéis podido leer. El coste del seguro de vida, del seguro de vivienda, las tarjetas que nos obligan a contratar, las aportaciones obligatorias a planes de pensiones o el mantenimiento de la cuenta asociada son costes que no hacen más que encarecer el préstamo.
Sería más pedagógico hacernos a la idea de que lo único que hacen es subirnos el tipo. Para ello podemos calcular los intereses que pagamos mes a mes en términos anuales y sumarle la cuantía de los gastos asociados para así ver lo que realmente pagamos al banco, lo que nos supone un mayor coste efectivo real a nuestros bolsillos.
Es de destacar sobre todo la importancia que los seguros asociados tienen a la hora de encarecer el préstamo de forma importante. De hecho, es una práctica ilegal, pues aunque pueden obligarnos a contratar con ellos estos seguros durante un año o el tiempo estipulado por el contrato de seguro, pero pasado este tiempo no estaremos obligados a renovarlo continuamente con la entidad que nos ofreció el préstamo.
Prorratear estos gastos anuales mes tras mes nos puede dar una idea también fiel de lo que estamos pagando mes a mes por la hipoteca y por algo que, en muchas ocasiones, no queremos, al menos no con la aseguradora asociada a la entidad financiera.
Llevando cuidado con estos productos asociados nos ahorraremos más de un susto en forma de números rojos en nuestra cuenta familiar.
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