Parece que bajo el paraguas del Fondo de Garantía de Depósitos cualquier inversión en depósitos bancarios es segura y no corre ningún riesgo. Da igual dónde llevemos nuestro dinero, siempre estará asegurado hasta 100.000 euros.
Pero esto no es del todo así. Ya se ha puesto encima de la mesa la posibilidad de que las entidades que no sean viables económicamente a dos años vista se liquiden de forma ordenada. Y aquí es donde entra una sentencia que nos tenemos que grabar a fuego:
El Fondo de Garantía de Depósitos sólo garantiza el montante del dinero invertido en el depósito o en la cuenta corriente. No los intereses.
Insistimos: no los intereses.
Cabe el riesgo de que las entidades que peores perspectivas tengan sean liquidadas y que en su liquidación si se hace en base al FGD (como una quiebra), no se repongan los intereses.
Otra cosa sería si se vendieran sus activos y pasivos y con el dinero obtenido se consiguiera liquidar los depósitos y cuentas conforme a los intereses que hayan vencido o que se deje que los depósitos venzan para que se devuelva el dinero, pero el planteamiento primero de que se tome como una quiebra también es posible.
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