En infinidad de ocasiones hemos hablado aquí de los gastos bancarios de la hipoteca propiamente dicha, de sus productos asociados y otros.
Pero además de estos gastos que podemos evitar dependiendo del banco o caja, existen otro tipo de gastos fijos que no podremos evitar puesto que la ley nos obliga a ello.
Estos gastos son:
- Tasación de la vivienda y comprobación en el registro de la propiedad: Dependiendo de la entidad nos cobrarán o no estos gastos, si bien el segundo de ellos su coste es anecdótico, el coste de la tasación de la vivienda puede no serlo tanto. Los bancos trabajan con varias empresas de este tipo y sería bueno preguntar el precio de cada una de ellas.
- Los gastos de notaría: Se producen cuando vamos a escriturar la vivienda ante notario, acto absolutamente necesario para la constitución de la hipoteca. Cuando la vivienda es vendida por primera vez su coste suele ser inferior a cuando se vende de segunda mano, al aplicar un arancel notarial más reducido. De todas formas, es fácil que ronde entre el 0,1% y el 0,5%.
- Gastos de inscripción en el Registro de la Propiedad: La escritura que acabamos de conseguir deberemos inscribirla en el registro, con un coste que tiende a ser la mitad del coste del notario.
- Gestoras: Si utilizamos gestoras para que ellos nos lleven todos estos trámites, por supuesto nos cobrarán una comisión que podrá variar de forma importante dependiendo de la gestora donde los tramitemos.
- Impuestos: Son varios y se merecen explicación aparte pues unos son complementarios y otros absolutamente excluyentes, hablamos del IVA, Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales, Impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados…
Como veis con muchos los gastos que conlleva la formalización de una hipoteca (y la compra-venta en sí de la vivienda) por ello debemos sumar todo esto al coste real de la vivienda a la hora de poner en orden nuestras finanzas personales.
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