A la hora de contratar cualquier producto financiero y ya no hablamos de depósitos bancarios, debemos tener en cuenta el coste real de la operación, que no es otro que el coste de la operación mas las comisiones y gastos que se devenguen de la misma.
Las comisiones es un medio muy utilizado por los bancos para obtener financiación y la tendencia es que sigan subiendo cada vez más en cuantía aunque no en porcentaje de aplicación. Es decir, las que las siguen aplicando incluso pueden subir, aunque cada vez serán menos las entidades que las aplican.
Un ejemplo concreto lo tenemos en la subida de las comisiones de las tarjetas de débito y de crédito, que sigue con su tendencia al alza.
Es importante abogar por un cambio de mentalidad a la hora de contratar un producto financiero que suponga pasivo para ellos. Qué mínimo que exigir que ya que decidimos confiar en esa entidad para depositar nuestro dinero no nos cobren comisiones de mantenimiento, por asiento, etc.
Además de esto y aunque se trate de una cuenta corriente, debemos saber que existen alternativas remuneradas de estas cuentas por la que nuestro dinero puede generar algo de intereses.
No es normal que sigan existiendo bancos y cajas que cobren comisiones de hasta un euro mensual por mantenimiento, por tener nuestro dinero depositado en él. Debemos pues no dejar que nos cobren ninguna comisión de este tipo e irnos a las miles y miles de alternativas que existen que no nos cobran comisiones y que no necesariamente deben ser bancas online.
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