Constantemente vemos como las tres principales agencias de ratings, Fitch, Moody’s y S&P, vienen revisando las calificaciones de bancos y cajas de ahorro españolas.
Pero, ¿Nos afectan estas calificaciones en algo a nosotros, pequeños ahorradores? Bien, la respuesta es sí y no.
Por un lado siempre es inteligente echar un ojo a las calificaciones que van poniendo estas agencias, que si bien se cuestionan mucho y un servidor es el primero en hacerlo, sirven para hacerte una idea general, más que de la situación de la empresa en particular, de su situación frente a otras. De este modo podemos elaborar “rankings” y observar qué entidad está en una mejor situación financiera frente a otra u otras. Para esto, para comparar entre una y otra, sí que son interesantes estas agencias y sus calificaciones.
También sirven para intuir “tendencias” que podemos ver en las perspectivas negativas o positivas que estas agencias marcan, y en general, por la evolución de la nota dada.
Pero ojo, estas calificaciones van dirigidas principalmente a inversores en acciones o en participaciones de empresa, pues estas inversiones no están avaladas por ninguna garantía como pudieran ser los depósitos y, por tanto, son más arriesgadas.
Fijarnos en unas calificaciones para invertir en un depósito o en otro yo no lo haría si nos fiamos de la solvencia general del país y del FGD por muy pequeño y testimonial que sea.
Por lo tanto hay que tenerlas en cuenta sí, pero en su justa medida, y nunca fiarnos del todo.
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