Banco Popular venía absorbiendo todas sus filiales participadas desde el año pasado (recuerdo Banco de Castilla, Banco de Crédito Balear, Banco de Galicia y Banco de Vasconi), y ahora le ha tocado el turno al ya experimentado Banco de Andalucía.
Es lo lógico y normal, y yo incluso añadiría que lo indicado. Creo que fue ya el Ministro Solbes el que decía que España padece un overbooking de cajas, y yo lo suscribo totalmente.
Las concentraciones empresariales están a la orden del día, al igual que las fusiones entre cajas. Esto las hace más fuertes y crea una red de entidades más amplia, a la vez de permitir sacar a la luz productos más competitivos que permita arrojar algo de luz a un mercado bancario algo oscurecido por la crisis.
Cuando Banco Popular cerró las cuatro entidades citadas anteriormente dijo que se dejaba Banco de Andalucía por su mayor tamaño. Bien podían haberlo hecho antes y hubieran terminado ganando una cuota de mercado importante.
Banco de Andalucía era una entidad, si bien muy vinculada con Banco Popular, con una personalidad propia, y esto lo saben bien los clientes de Banco de Andalucía.
Suscribo las palabras de el blog salmón, cuando se refiere a la ardua tarea que los responsables de área de Banco Popular tienen por delante para mantener esta imagen.
Esta no será la última absorción, ni la última fusión, pero es que la Caja de San Quirico de Leopoldo Abadía no tiene mucha cabida en un mapa tan colapsado.
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