Recientemente hemos hablado de varios recortes de gastos que por parte de algunos bancos y cajas han llevado a cabo.
Bancos como Banesto, que viene cerrando más de 100 oficinas o Banco Popular con cerca del triple ponen el acento en el ahorro de costes mediante el cierre de sucursales poco necesarias en ocasiones.
Cajasol, también ha decidido cerrar 100 oficinas y quedarse tan sólo con 700, en víspera de ver qué ocurre con una posible fusión que para Cajasol sería la mejor solución.
El problema de estos cierres de oficinas está, como siempre, en el factor social: las personas. La destrucción de empleo que el cierre de 100 oficinas puede causar es importante y su recolocación, difícil.
El próximo objetivo de la Cajasol será aumentar su capital distribuyendo un menor beneficio, a la vez que aseguran, que tienen un 14% de ratio de solvencia frente al mínimo del 8% que se viene exigiendo, poniéndose de escaparate ante una más que posible fusión.
Auguramos unas próximas semanas en el que las fusiones estarán a la orden del día e iremos comentando en este blog, al menos, las características más importantes que debemos saber de ellas.
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